RESUMO
INTRODUCCIÓN: estudio descriptivo transversal mediante un cuestionario en las consultas de Pediatría de Atención Primaria en centros de salud, cuyo objetivo es describir el patrón de sueño en los niños de cuatro años, nacidos a término, en dos zonas urbanas de la Comunidad de Madrid, y estudiar posibles asociaciones con diversas variables: antecedentes de crianza y hábitos del sueño, factores socioeconómicos y familiares. MATERIAL Y MÉTODOS: se ha estudiado a 193 niños, de los cuales 111 (57,8%) presentaron un test de cribado alterado. Un 94,9% duerme nueve o más horas nocturnas. Dentro de los antecedentes de crianza, un 89,6% ha recibido lactancia materna y el 51,8% la ha mantenido más de seis meses. El 28,5% de los padres realizó colecho. En el momento actual, el 51% comparte habitación con hermanos, mientras que el 9,9% duerme con los padres. El 57,8% utiliza aparatos electrónicos como inductores del sueño. RESULTADOS: se ha encontrado un mayor porcentaje de posibles alteraciones del sueño en niños que son hijos únicos, no asistieron a guardería, duermen con los padres en el momento actual, realizan colecho reactivo y utilizan aparatos electrónicos después de cenar. CONCLUSIONES: se concluye que la prevalencia de signos de alarma de un trastorno del sueño es alta, y dadas las implicaciones a largo plazo de estos problemas, es importante tener un protocolo de cribado adecuado para identificar a los niños con posibles alteraciones. Conocer las asociaciones estudiadas podría permitir al pediatra realizar una labor educativa con las familias susceptibles, para prevenir o solucionar estas alteraciones
INTRODUCTION: we conducted a cross-sectional and descriptive study by means of a questionnaire in the paediatrics clinics of the Paseo Imperial and Pozuelo Estación primary care centres in Madrid with the aim of describing the sleep patterns of children born at term currently aged 4 years in 2 urban areas of the Community of Madrid and of analysing potential associations with various variables: parenting history and sleep habits and socioeconomic and family-related factors. MATERIAL AND METHODS: the study included 193 children, of who 111 (57.8%) had abnormal screening results; 94.9% slept 9 or more hours per night. When it came to the parenting history, 89.6% had been breastfed, 51.8% for more than 6 months, and 28.5% had coslept with parents. At the time of the study, 51% shared a room with siblings, while 9.9% slept with parents. Also, 57.8% use electronic devices for sleep induction. RESULTS: we found higher percentages of possible sleep disturbances in only children, children not attending a childcare centre, currently sleeping with parents, that engaged in reactive cosleeping or used electronic devices after dinner. CONCLUSIONS: the prevalence of warning signs of sleep disorders was high, and given the long-term repercussions of these problems, it is important to have in place an adequate screening protocol to identify children with potential disturbances. Adequate awareness of identified associations would allow paediatricians to deliver educational interventions to susceptible families in order to prevent or resolve sleep abnormalities
